No pasar, zona de seguridad.
Aquí sólo estoy yo y mis bestias. No intentes acercarte porque acabarás pinchándote con el alambre de espino que me recubre toda. Dentro, en la zona restringida, tampoco hay mucho que enseñar. No hay horribles secretos, no hay pecados sin confesar, no hay nada de lo que pueda arrepentirme. Hay únicamente un desierto de palabras huecas y polvo.
Bueno, acércate si quieres, ya sabes que lo prohibido siempre resulta mucho más atractivo. Entra y, quizás tú, puedas traerme contigo las nubes que tanto me hacen falta.
I love your glasses
-me tiene obsesionada desde hace unas semanas-