Sí, ayer me acosté en Goustranville y hoy,
que es domingo,
he desayunado viendo la Torre Eiffel,
escuchando la magnífica voz de Édith Piaf
y comiendo unos magníficos croissants franceses...
Detalles así son los que hacen que la vida valga la pena....
¡Muchas gracias Gabi!
1 comentario:
Alagón, París... ¿y Londres?
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