No sé, pero esta fiesta, por simple y pueblerina y provincina que resulte, me ayuda a recargar las pilas en más de un sentido. Parecerá una estupidez, pero es una fecha que me ayuda a sentirme más próxima a mi tierra y a mis raíces, que me ayuda a relativizar las cosas y a darme cuenta de lo que realmente merece la pena. No quiero parecer ningún gurú de tres al cuarto tratando de ponderar la energía que emana la naturaleza circundante, pero sin duda, siento un placer extraño (llámalo si quieres, cierta realización personal) cuando tengo que echarme al campo en busca de troncos o cuando me toca descargar un camión de palés. Llámame tonta y simple, pero es así. Supongo que la vida cada vez más exquisita y fina (cada vez más artificial y prefabricada) que estamos construyendo hace que aprecie sobremanera la oportunidad de mancharme las manos y sudar al realizar un esfuerzo físico productivo.
lunes, 18 de enero de 2010
.fUeGo, pAnCeTa Y bArRo.
No sé, pero esta fiesta, por simple y pueblerina y provincina que resulte, me ayuda a recargar las pilas en más de un sentido. Parecerá una estupidez, pero es una fecha que me ayuda a sentirme más próxima a mi tierra y a mis raíces, que me ayuda a relativizar las cosas y a darme cuenta de lo que realmente merece la pena. No quiero parecer ningún gurú de tres al cuarto tratando de ponderar la energía que emana la naturaleza circundante, pero sin duda, siento un placer extraño (llámalo si quieres, cierta realización personal) cuando tengo que echarme al campo en busca de troncos o cuando me toca descargar un camión de palés. Llámame tonta y simple, pero es así. Supongo que la vida cada vez más exquisita y fina (cada vez más artificial y prefabricada) que estamos construyendo hace que aprecie sobremanera la oportunidad de mancharme las manos y sudar al realizar un esfuerzo físico productivo.
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